jueves, 11 de junio de 2015

Amiga confusión:

Un día se me calló el cielo al suelo, de repente ya no quería ver el mismo paisaje al despertar, de repente no buscaba el mismo perfume natural que tanto me embriagaba, de repente el ruido era infierno y el silencio gloria, las fiestas eran una perdida y el trabajo felicidad.
No quería más conversaciones carentes de sentido, más miradas perdidas, quería quitarme la mascara.
Aunque había gritado suficiente, aún quería gritar más, con la esperanza de hacerlo tan feroz, alto y fuerte que sintiese miedo de mi persona y saliese corriendo. Decepcionarle era peligroso y posible, asustarle no tanto y aunque no deseaba hacerle daño, solo podía liberar parte del dolor que me hacía sentir hiriéndole.
No hay nada peor que no esperarte algo de ti misma, o ignorar lo que te  cuentas, o negar lo evidente, y yo hice todo eso con su ayuda, porque extraña e ilógicamente, no queríamos aceptar que habíamos asestado mil puñaladas durante mucho tiempo al amor que quisimos compartir, a la historia que parecía que íbamos a vivir.
Fue mi sueño de verano, fue lluvia fresca, diversión, fue lo que creí haber estado persiguiendo durante mucho tiempo, y quizá fue así.
Pero debo entender que hay personas que sienten amor por algo y nunca varían,nunca cambian de gusto o de parecer, se mantienen en la misma postura, con el mismo gusto, con las mismas metas y sueños, que una vez conseguidas les hace perseguir algo bien parecido. Yo me despierto deseando saborear una taza de café y después de sentir que la cafeína me está desequilibrando, irritando, e incluso cansando, empiezo a desear tomar leche con galletas, algo impensable en un tiempo pasado, ya que jamás sentía hambre al despertar, ya que el café lo necesitaba, lo pedía mi cuerpo entero y si no lo tenía,lo buscaba. (Comparación absurda pero valida con lo que quiero expresar) (Este es mi blog, ¿vale?)
Es mejor hacerse a la idea de que has cambiado de idea, de gusto, de sentimiento, que obligarte a permanecer donde estabas por si un día extrañas, por si alguien se queda con tu taza de café, por si no encuentras después la leche o las galletas. Creo que es mejor ser sincera contigo y con la otra persona, intentar no ser bestia, intentar no romper con todo, solo anular parte del contrato y dejarle libertad suficiente para poder tomar tu la libertad que precisas, la que les hace falta, sin la cual se asfixiarían.
Vale, pues tú eras el café que yo necesitaba, el que me recargaba las pilas, mi excitante preferido, el que me hacia salir con energía de la cama, el que me hacia revolver las sábanas, el que me calentaba, me electrizaba y saciaba mis desayunos. Pero todo se volvió algo dañino, necesitaba tranquilidad, tú me alterabas, necesitaba pensar, escucharme, pero había demasiado ruido a mi alrededor, y los días, las noches, las tardes hacían que te mirase a esa cara angelical, tan perfecta, que creaba confusión, que no me dejaba descubrir si era esclava de ella, si quería permanecer a tu lado solo por poder tocarla, por poder besarla, por ser su dueña y señora. No, no me voy a separar, que el café mola y cualquiera va a querer bebérselo, no importa que a mi ya no me esté sentando bien, que entienda que todo el camino no lo podemos hacer juntos, que mi tolerancia llegó hasta aquí, que no paro de pensar que puede tener mejores consumidores que yo, que me atrofia, que,que, que no nos hacemos el bien que un día nos hicimos el uno a la otra.
Estuve confundida, hasta que saltó la chispa adecuada, en un arranque de ira, como no, quise mandar todo a la mierda, quise un cambio radical, quise romper la taza, despedirme y desayunar de otra manera, mirar otro paisaje, respirar otro aroma, escucharme en el silencio y trabajar por conseguir lo que deseaba. Entonces llegaste tú.

sábado, 9 de agosto de 2014

Dónde quedaron las tardes de ensueño y las noches de rojo intenso.
Quién se empeña en espantar las mariposas que revoloteaban con gracia en los adentros.
Qué pasó con la conversación de las miradas y las palabras agradables, cargadas de electricidad.
Qué gigante se desplomó sobre el jardín de la alegría, destrozando sueños e ilusiones
En qué momento se respira un aire y de repente otro distinto

Por qué la pena se escurre en forma de gota salada por el rostro que desea volver a ser observado.

lunes, 4 de agosto de 2014

04/08/2014
Despierto resacada, hasta el culo de haber fumado tanto y le dedico el día a mis planteamientos banales, al corazón de la cabeza y al alma de alquitrán. Me saco fotos, reviso mi facebook, compruebo que molo, que todo está bien, es otro maravilloso día en el que convertirme en mi propia victima, en mi propia fan y mantener conversaciones que no engordan mi enriquecimiento, sino mi ego.
Después una noticia (interesante al fin) llama mi atención, la leo, incluye un vídeo, lo tico, me lo pego y flipo. 
Amanda Palmer quiere salirse del sello discográfico, pedir el dinero a la gente por su trabajo, quiere conocer a las personas de cerca, estar entre ellas, sin aires de grandeza, dando lecciones sin querer darlas, acerca de lo hermosa que puede llegar a ser una persona cuando se interesa por cosas como mantener contacto físico, visual y sentimental con pur@s extrañ@s. Cuando el arte de la música es compartido, y el pedir dinero se convierte en algo honorable, y no deplorable.
Empiezo a alucinar, a emocionarme, a tener esperanzas en que todavía hay revolucionari@s por el mundo, gente que quiere cambiar las cosas tan impuestas, tan marcadas, gente que quiere desmarcarse. 
Que bello trabajo Amanda, que bella eres, gracias por hacer cosas mejores para la humanidad y hacernos creer que si se puede.
Pero después veo un articulo de la página que sigo en facebook, se llama cultura revolucionaria y traía un vídeo también. La noticia hablaba de Gaza, lo que están haciendo los israelíes con el pueblo palestino, el exterminio, la liquidación de un pueblo, el deseo de eliminarlos, amargarlos, desterrarlos, aplastarlos.
Estoy viva para ver que lo que un día le hicieron los alemanes a los judíos, se lo aplican los judíos a los árabes ahora. Vivo en un momento histórico donde todavía se rigen por esta patraña:
La  más antigua raíz de amargura entre Isaac e Ismael, no explica toda la actual hostilidad entre judíos y árabes. De hecho, por miles de años en la historia del Medio Oriente, los judíos y los árabes vivieron en relativa paz e indiferencia de unos hacia otros. La causa primaria de la hostilidad tiene un origen más reciente. Después de la II Guerra Mundial, cuando las Naciones Unidas les dieron una porción de la tierra de Israel a los judíos, la tierra en ese tiempo, estaba habitada primeramente por los árabes (los palestinos). La mayoría de los árabes protestaron vehementemente en contra de que la nación de Israel ocupara esa tierra. Las naciones árabes se unieron y atacaron a Israel en un intento por sacarlos de esa tierra; pero a fin de cuentas fueron derrotados por Israel. Desde entonces, ha habido una gran hostilidad entre Israel y sus vecinos árabes. Si miras en el mapa, Israel ocupa una pequeña franja de tierra y está rodeada por varias naciones árabes mucho más grandes, tales como Jordania, Siria, Arabia Saudita, Iraq, y Egipto. Creemos que, bíblicamente hablando, Israel tiene un derecho de existir como nación en la propia tierra que Dios les dio a los descendientes de Jacob, nieto de Abraham. Al mismo tiempo, creemos firmemente que Israel debería buscar la paz y mostrar respeto por sus vecinos árabes.“Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman.”

Ya no se levantarán escuelas, ya no se sentarán niñ@s  palestin@s en sus bancos, para razonar, aprender, formarse. Ya no existe la risa, ni la palabra, ni la esperanza o la calma en lo que un día fue el pueblo palestino.

Solo hay sonidos de disparos, artillería, bombas, gritos de horror, llanto. Todo huele a miedo,caos,destrucción, miseria, a infierno.

miércoles, 11 de junio de 2014

Si la taza se rompe en mil pedazos, no esperes a que se recomponga.
¿Qué he aprendido de todo esto?. Tal vez que se sobrevalora a las personas, que hacemos proyecciones que pueden ser odiosas o maravillosas, nos convencemos de que le conocemos a la perfección, tanto que ponemos la mano en el fuego asegurando que esta persona nunca actuaría del modo x, sino del modo y.
Pero si un@ nunca llega a conocerse del todo, por qué seguimos soñando con saber de qué manera actuarán l@s demás.
¿Lo cuento o no lo cuento? Si,si, venga, si lo cuento.....(Esta coña me recuerda a la persona de la que voy a hablar)
Conocí a J, con 13 años, empezamos siendo coleguitas, con algo de atracción, pero coleguitas. Los años fueron pasando y seguía visitando la cancha de la famosa urbanización Veleta, del Barrio La Salú . Yo ya no era tan asidua, pero él si, ya que jugaba a baloncesto como el mejor, quedaba con sus amigos, comían pipas en los bancos, hacían fiestas en el local, etc. Pero iba de vez en cuando y nos veíamos, claro, los años habían pasado y yo ya estaba en mi segunda adolescencia, no era una niña, así que se fijaba más tranquilamente en mi.Yo 15, él 18 y en mi cabeza un chico de 20 años que nunca llegaría a corresponderme como yo soñaba. Pero las charlas entre J y yo cada vez eran más extensas, era una edad en la que no estaba acostumbrada a fiarme de los chicos, pero él me inspiraba toda la confianza del mundo.
Una noche, después de mucho hablar, me quiso besar y me besó, después me pidió empezar una relación y le dije que no, pero no solo le dije que no, también le expliqué que adoraba a un tal veinteañero y que yo tenía que serle fiel a mis sentimientos. Pero a los 15 las hormonas suben, bajan, dan vueltas, corren, se frenan, así que al cabo de unos meses le dije que si. Dos meses más tarde el verano tocaba mi puerta, mi castigo eterno por las malas notas estaba despareciendo y la fiebre del sábado noche empezaba a hacer estragos en mi vida, así que lo dejé.
De vez en cuando me veía con un tal S, mayor que yo, que estaba frito por desvirgarme, y claro, he ahí mis sentimientos enfrentados, o esperar al príncipe azul (que desde luego no se parecía en nada a aquel chico del Nooctua)  o morder de una buena vez la manzana que tanto ansiaba morder. Decidí caer en manos de S, la curiosidad y las ganas me mataban, S era un medio para un fin. La tarde que decidí llamar a S para decirle que sí, vi a J a lo lejos y las mariposas que nunca había sentido antes revolotearon por todo mi estómago al abrazarle, así que nos fundimos en un cariño y amistoso abrazo que me hizo renunciar a los planes de S, parecía una señal.
No volví a verle hasta que pasó un año, yo había cambiado muchisimo, mi revolución interna me condujo hacia un estilo muy heavy, tanto había cambiado que antes de verme con J en los veleta le advertí de mi cambio y de mi prótesis dental. Imagínense el cuadro, pelo largo, con un rojo desteñido de tinte, aparatos en la boca, gafas de vista, pantalones vaqueros con falda vaquera encima, suéter negro con imágenes macabras, ojos repintados de negro y mi querido collar de pinchos, hala.
Estuvimos toda la tarde juntos, al final me pidió salir y le dije....No. Dos días más tarde le pedí salir yo, y me respondió....Si.
Yo muy de negro, él más de blanco, yo muy polifacética y ante todo jevata, él polifacético y ante todo salsero, yo muy liberal, él más cerrado, yo muy metida en saber de  política, de ideología anarquista, él se enteraba lo justo y necesario, sin grandes inclinaciones, vamos que nos parecíamos lo que un huevo a una castaña. Pero casi 9 años estuvimos juntos, yo recién estrenados mis 17 y el sus 20.
 Le contaba mis sueños de irme a África, él me decía que compartiría ese sueño conmigo, yo deseaba ser madre algún día, soñaba dar a luz una vez y adoptar otr@ y él decía que sería el padre de amb@s.
Eramos amantes del cine, del sexo (perdimos la virginidad juntos), de la lealtad, de nuestras familias, de la música (por separado) y de alguna que otra cosa más.Yo cambié en esos años, cambié de aspecto, de gustos, me metamorfosee como hago siempre, siéndome fiel por completo a mi misma. Él también fue fiel a sí mismo, aunque me siguiese en cosas a las que intentaba arrastrarle, pero no cambió demasiado, J era J, para bien y para mal.
Nunca un hombre me había amado tanto, nunca me habían guardado tanta fidelidad en lo amplio de su significado, ni me habían idolatrado así, en cierta manera. Aveces nos mosqueábamos y creía no gustarle en nada, parecerle rara, loca, no sé, pero después entendía que adoraba todo eso, me adoraba por ello y por muchas otras cosas.
Tuvimos nuestras subidas y bajadas, pero jamás dudé de él, sabía que era  humano y como human@s que somos la imperfección viene en el lote, sobre la faz de la tierra somos de lo peorsito, pero J me demostraba tantas cosas buenas que era la persona en quien más confiaba, el no familiar de sangre que más amaba.
Felizmente, nunca dejé de verlo así, tristemente no pude seguir viéndolo como pareja, casi 9 años pasamos juntos,y agradezco con toda mi alma el tiempo que viví a su lado. Pero hoy, 11/06/2014, tras dos años y medio de ruptura por fin he llegado a entender que esa persona no quiere seguir viviéndome porque no seré más una amante, un pilar,y una fiel compañera diaria. Yo por otra parte si seguiría viviéndolo, sería su mejor amiga,su compañera en otro sentido, pero no.
Yo nunca juré amor eterno, le juré que le amaba y que eternamente quería unir mi vida a la suya, incluso después de que derrumbase  nuestra fortaleza matrimonial, si es que se derrumbaba, y así fue, sucedió.
Pero los dos juramos no separarnos jamás y él ha faltado a su palabra.
¿Qué he aprendido de todo esto? Aprendí a prometer cosas a corto plazo, a no confiar más en el futuro que en el presente, a no creer a ciegas, y a que si alguien merece caminar de tu mano, debe entrelazar con suavidad sus dedos a los tuyos,no tirar de ti, ni apartarte. También aprendí que las tazas cuando se rompen en mil pedazos no se recomponen.


lunes, 9 de junio de 2014

Saber que no sabes es lo que más sabrás:

Estaba segura de que quería ser pianista, después veterinaria, también quise ser actriz, lo deseaba día y noche, quise ser animadora sociocultural (lo soy) sin ejercer, pero titulada. Yo me decía, voy a trabajar con mujeres, me decanto por currar contra la violencia de género, aunque más tarde entendí que era discapacidad mi vena latente, así que trabajaré con personas discapacitadas. Bueno, pensándolo mejor, no tengo tanta fuerza, me contracturo con facilidad...... A otra cosa mariposa.
Claro, son los y las niñas lo que me va, me va educar, rodearme de almas puras, de simpáticas personitas, siempre tan adorables, tan reales, tan entregadas, tan............
Y aquí estoy, intentando creerlo de verdad, intentando no solamente acabar titulada, sino empleada como tal, intentando que todos mis planes no sean sueños, que mi realidad se forme de una una vez sobre la base de mis sueños.
Pero es que soy así para todo en realidad, ayer soñé blanco, hoy sueño rojo y el mañana parece tan negro, que mejor volar buscando algo de luz que lo ilumine en el cielo, y así me la paso, volando, de vez en cuando aterrizando, hasta ese momento en que no me gusta la realidad que veo e intento volver a ser libre, intento reunirme con mis deseos ocultos en mis sueños, donde no existe el mal, existe el bien, en mis sueños el bien siempre existe. Nunca sueño con matar a nadie, ni cabreada, nunca sueño con destruir la vida de los demás (concientemente), no existe la crueldad en las cosas que sueño, solo saboreo lo que deseo.
Al abrir los ojos aveces me encuentro una realidad agradable, con personas agradables y situaciones agradables y en esos momentos te alegras de que la vida continúe, de que la muerte no te haya cogido aun de la mano, ni haya dado su beso mortal. Si, aunque nací, crecí y vivo confusa, doy gracias por la vida que tengo, se podría decir que me ha ido bien, que he tenido suerte y a buenas sombras me he arrimado. Pero aveces la confusión, los velos que se corren en el pasillo de mis ideas me molestan bastante, tan confundida vivo que no sé reconocer a la perfección lo que estoy sintiendo, los cambios que voy dando, los saltos que debería pegar y no pego.
Las situaciones de la vida también conducen tus acciones y pensamientos, la confrontación de deseos también lo hacen, soy de las que piensan que no se puede tener todo. Nunca podrás desear a alguien, sentirte libre recorriendo su camino, mantener el mariposario revoloteando, y sentirte unida, protegida, querida y complacida por mucho tiempo. Cuando dura mucho tiempo, alguno de esos factores desaparece, se torna, se transforma, alguno en el mejor de los caso, casi todos en el peor.
Entonces ahí te comparas con las figuras que conoces, normalmente empiezas por tu figura de apego, una madre en la mayoría de los casos, sé que hay mil tipos de familias, cada cual sabrá quién es su figura de apego, la mía fue y es mi madre, por mucho que haya crecido.
Ves una mujer valiente, firme, dudosa, mimosa, entregada, frágil, fuerte y tan madura como inocente. Sabes que tienes muchas cosas en común con ella, unas te agradan, otras las rechazas tanto aun siendo obvio que eres como su reflejo, prefieres convencerte que en nada te pareces a ella. Y te permites analizar su vida, y repetirte a ti misma... Yo jamás haré eso, no viviré con un hombre tan gilipollas a mi lado, al mismo tiempo que te prometes formar una familia unida para siempre, como la familia de tu amiga, cuya madre tiene una depresión acojonante cada dos por tres, cuyo marido se acuerda que lo es cuando cumplen aniversario de bodas, cuando es el cumpleaños de ella y cosas así. Sigues analizando a tu madre y dices, yo nunca seré tan despistada, y sales de casa sin las llaves. Nunca tendré ese carácter exasperante, hasta que tu hermana pequeña te toca la moral y la lapidas a gritos. Nunca seré tan mimosa/caprichosa, hasta que tu novio no te hace el favor de dejarte con el coche en la puerta sino en la esquina y a penas te despides de él ese día.
Claro, no quieres ser ella, quieres ser tú, no quieres ser otras personas que conoces, tal vez tener bienes materiales que poseen, pero no sus vidas, quieres tener la tuya, pero cuando te preguntas qué quieres te respondes mil cosas.  Cuando consigues lo que te propusiste, lo vas saboreando poco a poco, que bien huele y que rico sabe, era lo que estabas buscando, él, ella, eso, aquello, no importa de lo que estemos hablando, lo tienes y lo disfrutas, pero llega un momento en que no huele igual, no sabe igual,no tiene el mismo color, no causa la misma sensación. Eso no será lo peor, lo peor es no saber si deberías dejarlo atrás, o conservarlo, olvidarte o no despegarte, adorarle u odiarle. No sabes si al decidir quedarte lo haces pensando en ti, si lo haces pensando en tus sentimientos o no, si el exterior te arrastra más que tu interior, cuales son las causas que te mantienes donde estas. Es peligroso, muy peligroso no saber diferenciar.
Estos males no los padezco solo yo, ni tú, lo padecemos mil millones de personas, seguramente muchisimas más, por eso es aconsejable echar un vistazo a todas las zonas de nuestro cuerpo, especialmente la cabeza y el corazón, practicar ejercicios como la meditación, no tiene por que ser una meditación de manual, bastará con respirar, relajar la mente y analizar ese trastero donde almacenamos todo, seguro que te sorprendes.
Este consejo de mi misma, aveces intento ponerlo en práctica conmigo y entiendo que hay cosas que no quiero ver, me salva lo que yo llamo La Última Opción, es una bomba activada en mi interior, que se detona por si misma cuando ya la cosa es crítica.
Que nadie siga este patrón por favor.

viernes, 23 de mayo de 2014

Mujeres, mujer...Yo:
Que si soy una cría, que si soy toda una mujer, que si soy una niñata inmadura, que si la madurez siempre ha estado conmigo, que si soy guapa, que si soy atractiva, que si soy mona, que si soy finita, que si parezco una bruta, que si parezco una princesita, que si parezco una vampiresa, que si parezco una niña buena, que si buena persona, que si mala malisima, que si una vividora, que si una trabajadora, que brillante, que más oscura imposible, que si inteligente, que si vacía, , que si, que si.....
Vamos que aquí opina la que estuvo antes que yo, la que acaba de llegar, el que me vio, el que me conoce, la que me quiere, la que no sabe querer, el que me sigue, el que me persigue, el que no me atiende, el que me entiende, la que si pero no, la que no pudo ser, la que un día fue.
Claramente tengo el derecho y el deber de pasarme sendas opiniones por el culo, ya que un@s intentan agradar, otr@s esconden algún propósito, otr@s hablan por hablar, otr@s buscan endulzarte el oído creyéndote todavía más estúpida de lo que puedes llegar a ser tras muchos años de práctica. Otr@s se ciegan con rabia antes de opinar, otr@s se ciegan con el amor, otr@s buscan siempre agradar, otr@s molestar.
No suele importarme demasiado, suelo creer lo que me interesa, el juicio que más me gusta me lo quedo, siempre y cuando se acerque a la realidad, porque existen los comentarios de... Me encantaría ser tú, porque eres completísima y estupenda, tendrás fallos como tod@s, pero es que eres...
No se puede opinar así y tener amor propio, no se puede, y no se acerca a mi realidad, ni a la verdad.
El problema surge cuando yo me despisto de mi persona, me detengo, me paro a pensar quién soy, cómo soy y no termino de responderme.
Para ser del todo sincera, aunque no me conozcáis, admito que la gente no llega a sudarmela del todo, tod@s queremos creer que si, que fuera de nuestro mundo interior nada importa, que la opinión del resto, o su visión, su juicio o criterio son banales y carentes de toda importancia, pero no es verdad.
Aspiro a convertirme en leona y dejar de ser oveja, pero unas veces me siento atrapada por el rebaño, otras mal por no encajar en el, y otras asfixiada porque quieren que permanezca dentro. Es toda una confrontación de sentimientos, ideas e ideales.
Sigo siendo un edificio en obras, aveces estoy cerrada por derribo, otras albergo tanta vida dentro que hasta me impresiono y otras he de seguir trasformandome, reformandome.
Hay aspectos de mi persona que no sé en qué momentos los adquirí, ni de quién, pero desearía desecharlos para siempre. Están tan arraigados que me resulta casi imposible, y de repente una voz en off me dice....Nooooo, no hay nada imposible. Entonces lo vuelvo a intentar, una vez y otra y otra y otra.
Los errores en mi vida se repiten continuamente a través del tiempo, suelen ser los mismos y  aunque no los llego a superar, me niego a creer que soy así, que no puedo cambiar, que he de aceptar como es mi parte negativa.
La experiencia me lleva a pensar que conformarse y aceptar lo que no te gusta es en gran parte un error, porque si aceptas lo malo, lo dejarás instalarse en tu vida, con comodidad, de buen modo, y posiblemente lo alimentarás. Mientras que si lo detectas y registras como un error, un fallo, algo que debe mutar, no le darás rienda suelta.
Cuando digo en gran parte y no totalmente, se entiende que existe una mínima parte positiva de aceptar los errores de nuestra personalidad y consiste en no machacarte, porque si te aceptas no te machacas.Lo que sucede es que yo no lo acepto, por eso he de machacarme y lo único positivo que pudiera sacar de todo este conflicto interno seria cambiar.
Cambiar mínimos aspectos, porque hay tantos que me encantan...Hay momentos conmigo misma que me encantan, me enamoro de mis sentimientos, me prendo de mis gustos, me río con mis ocurrencias, me siento cómplice de mis locuras y llego a pasarlo genial.
Será que desde chiquitita he pasado grandes momentos disfrutando y entreteniéndome conmigo misma.
De cara al mundo me hace gracia creer que no es que sea un bombón y por ello consigo a toda persona que me propongo, lo que sucede es que desprendo follabilidad. Que no tienen ni idea de lo que encierra mi cabeza, pero les demuestro ser una pasota muy atenta y una bruta muy cariñosa. Que ven mi lado simple y vulgar un@s cuant@s y otro@s ven el creativo, original y sofisticado. Ven muchas yo, porque no existe una sola.
Ese es el cierre de mi escrito, en mi interior hay demasiadas azucenas, nunca verán una sola, ni siquiera yo.

domingo, 27 de abril de 2014

Sin duda alguna, el mundo de los sueños corre un tupido velo a la realidad de la vida mortal, o tal vez sea al revés . Pero no sé cual es más real de las dos vidas, ya que sueño despierta, sueño dormida, confundo la realidad con la ficción y de vez en cuando desconozco lo que tengo delante y lo que llevo dentro.
El corazón es simplemente un órgano, el cerebro es simplemente una máquina, el alma una desconocida y la energia es invisible.
Cómo creer en una misma cuando me traiciono tantas veces, cómo creer en l@s demás si mienten más que hablan, si se mienten a si mism@s, si la vida es un baile de máscaras que ha perdido todo el romanticismo y elegancia.
Escucha tu corazón, escucha tus pensamiento .Si, si, claro. Y si al escucharles te piden que hagas algo que va en contra de tus valores, en contra de lo que está establecido como actuar bien, en contra de la honestida, o para realizarlo y ser honesta el precio es renunciar a la felicidad que precede a la acción cometida.
Tal vez la manera de actuar sea valorando las cosas, por ejemplo. Esta acción vale 10 y esta vale 15, esta me dará un +8 y esta 100 + 4. Y asi serte infiel a ti misma un 70% y fiel un 30% que a la larga te valdrá más que el 70% perdido.
Solo sé que no sé nada y que tengo que elegir constantemente.