sábado, 25 de mayo de 2013

Después de la guerra viene la trancisión.

Odio las fases, por qué hemos de pasar por ellas, por qué no se toma una decisión y se vive tranquil@, llevandola a cabo con determinación, convencimiento y tranquilidad.
Cuando dejas a alguien que te sigue gustando, pero que te ha decepcionado/ jodio, perdón, molestado,  pasas por las siguientes fases:

Fase 1: Odio infinito hacia su persona, de repente le ves como el/la mayor conspirador/a, piensas que es maquiavélic@, repuganante, inhuman@, cruel, despiadad@. Que tenia pensado fastidiarte cada vez que te viese, que siempre le has importado menos que nada, que te utilizó hasta que sus mocos se acabarón de tanto sonarse en ti y ahora te desecha como un pañuelo sin más utilidad.
 Llanto, llanto, llanto, llanto y más llanto.

Fase 2: ( Pa chul@ tú chula yo) . Es genial el momento en que tu cabeza dice ¡ Basta ya! Ni dios está por encima de mi, soy una mujer fuerte, soy dura como el metal aunque también pueda ser fragil como el cristal, soy todo lo que necesito para ser feliz, ya que soy inteligente, simpática,  madura, lista,  aguda, brillante, sexi, atractiva, morbosa, juapa <<Juapa,  término inventado por Tania y por mi para describir nuestra belleza, ya que no consideramos estar convencionalmente buenas, ni ser irresistibles, ni las tías más potentes del lugar. Pero si tenemos mucho magnetismo, siempre que deseamos brillar lo hacemos y una vez brillamos atraemos a las personas hacia nuestra luz>>
Total, que si esa persona se planteó pisarme en algún momento, ahora va a sentir como mi pequeño pie escacha su gran cabeza.
Llanto, llanto, llanto, llanto y más llanto

Fase 3: Recuerdas todos los buenos momentos de golpe, porque como ya has tenido las dos fases del liberador llanto, ya te has desquitado llamándole por teléfono , poniéndole a parir bestialmente y ya te has serenado, entonces abres la puerta de los recuerdos bonitos.
Recuerdas como te hacia reir, qué detalles se marcaba contigo, como te piropeaba descaradamente, como se derretía por ti, como te hacia sentir especial. Toda la pasión que se generaba en los encuentros, toda la emoción que sentian, toda la ilusión que te hacia, todo lo que tenian en común, todo lo  que le convertía en una persona única. Y este duro machaque mental solo te sirve para entrar en la fase de creer que nunca volveras a conocer a una persona que te apasione tanto como la que has dejado escapar. Por qué le habré dejado.
Llanto, llanto, llanto, llanto y más llanto

Fase 4: Plantearte qué te aporta y qué te quita esa persona, osea, utilizar el método balanza. Entonces empiezas a entender que has hecho bien al dejarle porque todo les conducia al desastre y a la nada, así que mejor desengancharse ahora que ya has sufrido  el golpe que retormarlo y posponer la inminente caida amorosa. Y es cuando te das cuenta de que estas en plena fase, porque de lo contrario no estarias analizando lo bueno y lo malo que podria surgir entre ustedes, le recordarias, si, pero sin plantearte nada.
Entonces te cabreas con esa persona, te cabreas el doble contigo misma, te ves absurda, manejable, débil. Entiendes que le dejaste con seguridad y firmeza y en menos de una semana estas planteándote salvar la historia de manera que no quedes como un gusano rastrero, lo cual es imposible. Así que mantienes la idea de alejarte y luchas contra la idea de arreglar las cosas, por mucho que te pese. Esta fase te hace ver que realmente ha llegado el final, entonces....
Llanto, llanto, llanto, llanto y más llanto

Fase 5: Hablas de tu ruptura con tus amistades, o con  personas de confianza. Entonces entras en confusión total, ya que tu trabajo ha consistido en creer que nada volverá a pasar entre vosotr@s,  que todo está más que enterrado y que la otra persona nunca pondrá de su parte para recuperarte, y tú menos todavia, recordemos que estas convencid@ de que la culpa es de la otra persona, no tuya.
Pero tus confidentes/as empiezan a opinar, y a decirte que intuyen que nada ha acabado, que la historia continuará, que seguro que le importas, que donde hubo fuego quedan cenizas y entre vosotros siguen habiendo llamaradas. Que el final vendrá en otro momento pero no en este, que le des tiempo, a que compruebe que de verdad has desaparecido, entonces  volverá a buscarte como un/a loc@.
No hay llanto, hay alivio...querias oir eso ¿verdad?

Fase 6: En esta fase vas a entender que te saltaste el llanto de la fase 5, y eso no va a quedar así.
Te dedicas sin preocupación a las tareas que tienes en tu vida, y las realizas de manera positiva, ya que todo el mundo a opinado que le importas, que le sigues gustando y que lo vuestro es digno de extenderse más porque son tremendamente parecid@s en lo bueno y en lo malo. Esas palabras resuenan en tu cabeza dibujando una sonrisa en tu cara. Como una idiota justificas sus fallos,al fin y al cabo tú también has errado infinitas veces y no por ello te ha dejado como has hecho tú....Que felicidad, aún hay esperanza.
Entonces caes en la cuenta de que todo te lo está diciendo tu gente, no esa persona. Él o ella no se ha movido, no se ha inmutado, esté sufriendo o no lo está haciendo en soledad y solo la almohada sabe si sufre o no por lo que ha sucedido. Nadie está luchando por nada, es como un barco a la deriva en medio del mar, sabes que el mar se lo acabará tragando.

Llanto, llanto, llanto, llanto y más llanto + la fase 5.....Llanto!!!!

Fase7. Te vuelves valiente, abres tu mente, dejas de centrarte en los buenos consejos de las personas que te quieren y que te han atendido tanto. Dejas de ver pajaritos en el aire, y de soñar con que la otra persona cambie a mejor, se convierta en una luchadora, se vuelva trasparente, sincera y enloquezca por ti. Tal vez enloquece, pero no te lo demuestra y el movimiento se demuestra andando señora y señores.
Ya no se trata de no dejarle pasar por encima de ti, ni de que te bailen el agua. Se trata de entender que el buen rumbo de ambos, al nivel que sea es imposible y que la culpa es de los, o de ningun@. Simplemente es imposible estar de acuerdo, es dificil permanecer en contra, es desesperante estar cerca y es angustioso estar lejos.

Te falta muy poco para dejar de llorar, liberarte de las cargas emocionales, guardarle como un hermoso recuerdo y volver a sonreir.

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