domingo, 25 de agosto de 2013

Tengo la sensación de no haber sido una buena chica en mi vida, tengo la sensación de haberme portado bien siempre, tengo por costumbre intentar hacer las cosas bien, pero más acostumbrada estoy a hacerlas mal de entrada, rectificar es lo mio. Soy de las que prefieren pedir perdón que permiso, soy de las que no te escuchan si no seduces mi oido, soy de las que no te miran si no atraes mi atención.
Me cuesta poco despegar, me cuesta mucho aterrizar, me resulta sencillo quererte, me resulta lógico apartarte, me resulta trágico olvidarte, me resulta dificil amarte.
Mi tes blanca, mis ropas oscuras, mi temperatura  fria, mi corazón caliente, mi valentia enfrentada con mi miedo, mi razón aliada con la sin razón, mi ying enredado con mi yang, mi niña peleada con mi mujer  y mis sueños enamorados de mis pesadillas hacen que me confunda a menudo. Hace que tenga que mirarme más de dos veces en el espejo, hace que tenga que pensar antes de hablar porque pienso mil cosas a la vez, hace que de vez en cuando me aisle para aclarar la locura, ventilar el trastero de los pensamientos, de  los sueños rotos, blanquear la oscuridad y romper mi traje de cuervo por la malla de mariposa.
Quiero riesgo, seguridad, el día, la noche, que me consuma la vida sana, ser insana, tóxica, irresponsable, clara, centrada, responsable.
Tengo palabra, tengo principios, es parte de la educación que he recibido, es con lo que he querido quedarme, lo que no me ha interesado lo he mandado con educación a la puta mierda, así que deberia agradecerle eso a mi madre, y agradecerme a mi misma tener capacidad para meter la pata hasta el fondo más oscuro y poder decidir qué quiero y que no.
Ahora solo me falta hacerme caso al pensar, seguir lo que dicta mi cabeza, bailar al són de mi latido y pisar fuerte el terreno por el que ande.

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